Alguien que desea escribir una tesis sobre Ramos Sucre: ¿Consideras que en Ramos Sucre hay algún lugar secreto? ¿Escribió para crearse un lugar secreto?
Mi respuesta, que no sé si ayuda o desorienta:
La noción de secreto es fértil si uno se mantiene en su tensión y no se intenta resolverla o buscarle una solución, si no se intenta descifrar o revelar el secreto, por lo menos no sin permanecer en él y su tensión por un buen tiempo o número de páginas. El secreto es por definición lo «que no se divulga», es también «Misterio que se hace de lo que ya es público», y también «En algunas cerraduras, mecanismo oculto, cuyo manejo es preciso conocer de antemano para poder abrirlas». Todo eso sobre el secreto puede hallarse en el DRAE, libro público por excelencia.
Si Ramos Sucre escribió para crearse un lugar secreto o si en él hay un secreto, no podía divulgarlo: lo reservaba para él o le era inaccesible y no podía explicarlo, y nada de esto necesariamente por su profundidad o extensión. Al mismo tiempo, si lo buscaba —y la noción de búsqueda es importante en Ramos Sucre— de cierta manera ya debía conocerlo de antemano, o de alguna manera ya era público y más bien quería o debía hacerlo un misterio.
Así que en algún sentido Ramos Sucre intentaba crear o encontrar aquello que no podía divulgar o le era inaccesible, pero que a despecho de serlo posiblemente debía conocer, y que a despecho de ser inaccesible y buscarlo y querer alcanzarlo era también público y por tanto quería o había que convertir en misterio.
El misterio o enigma de la obra de Ramos Sucre, incluyendo su vida y muerte, participa de esa tensión del secreto: la tensión de lo que no podía o no quería o no debía revelar, de lo que era público pero también inaccesible, y de lo que era clave conocida de antemano para abrir lo que buscaba o construía, y que por conocida debía ocultar.
Y ya algunos estarán en el secreto que esconde la frase «El secreto de Ramos Sucre». Para los que no, pueden leer la nota Aproximación a Eugenio Montejo.
Ramosucreana 